lunes, 12 de noviembre de 2007

Puedes decir: "Yo lo conozco"

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre: El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce, pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos”
Juan 14:1618

Ahora veremos otro aspecto de este pasaje. Vamos a detenernos donde dice: pero vosotros le conocéis. Esto es algo que deja perplejos a muchos. Muchos cristianos pesimistas con pocas ganas de relacionarse con Dios buscan argumentos para evitar que leamos este pasaje tal cual. Pero no se puede negar en ninguna de sus partes.

Dice muy claramente que le conocemos. Nosotros tenemos la capacidad de conocer a Dios, de percibirlo a través de nuestro espíritu. Si tienes una percepción diferente a esta, es muy probable que no puedas relacionarte con Dios de persona a persona. Tal veas a Dios de lejitos o mucho muy lejos, como a alguien al que no se puede acceder.

Hay una corriente que mentaliza a sus seguidores a pensar que con sólo creer basta, que con sólo tener fe es suficiente como para no andar buscando a Dios por todas partes. En otras palabras que la fe es el punto final de todo. Su argumento preferido es “Nadie ha visto a Dios y nadie lo verá”. Y no es así, la fe sólo es el medio para conocer a Dios, es el conducto que tenemos para relacionarnos con Él de una manera real.

Dios es una persona y como estudiamos, está muy cerca de nosotros. Debemos aprender a relacionarnos con Él como persona. Mucha gente tiene problemas para identificar al Espíritu Santo, lo ven como una fuerza extraña, o como una palomita, pero les cuesta trabajo verlo como persona.

Nuestro Amado no es un Dios prefabricado de materiales inanimados, nuestro Dios está vivo y si estamos hechos a su imagen y semejanza podemos concluir que nuestro Dios tiene sentimientos, oídos, boca, ojos, y todo lo necesario para ser una persona. y podemos mantener una comunicación con Él. El problema es que no lo identificamos así, y por eso nos cuesta trabajo relacionarnos con Él de una manera fluida haciendo diálogos con Dios.

Dios es accesible a nosotros para que lo conozcamos, el mundo normal no puede conocerlo y mucho menos percibirlo como una persona. Pero nosotros no sólo fuimos creados para ser templos de Dios, sino para mantener una relación íntima con Dios. Esto vuelve locos a los filósofos. No pueden entender cómo puede ser posible que Dios quiera platicar con si creación.

Aún con toda la grandeza de Dios, Él desea que nosotros estemos con Él siempre. El motivo de la cruz era poder generar un puente de acceso con el hombre para encontrarse con él, y llevar una relación personal aquí en la Tierra, el cielo sólo es continuación de nuestra relación aquí. La eternidad la empezamos a vivir desde el primer día que nacimos de nuevo.

No te esperes a llegar al cielo para conocerlo. Lo puedes hacer ahora.

Armando Carrasco Z.