“Pero recibiréis poder cuando hay venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:8
Un concepto básico pero muy poderoso: cada vez que Dios hace una obra de alcance otorga poder a aquellos que van a ejecutar el plan. Cada vez que Dios levanta una obra otorga Su Poder al equipo de trabajo. Sin su poder hacer la obra es imposible.
Dios primero nos revela el plan, nos da las instrucciones, y nos enseña el mapa. Cabe mencionar que a veces (muchas veces no entendemos del todo los planes de Dios) pero después de que Dios nos platica qué planes tiene y que nos pide participar, entonces da el segundo paso: Manda sobre nosotros al Espíritu Santo. Y en ese momento las cosas cambian.
Ahora no solo conocemos parte de los planes de Dios sino que tenemos la capacidad de ser sus colaboradores. Y que el poder de Dios nos va acompañando donde quiera que vamos.
La raíz etimológica de “poder” en este pasaje es “dunamis”, que quiere decir literalmente “dinamita” y eso nos da una buena perspectiva del poder que Dios quiere darnos para hacer su obra. Es un poder explosivo.
Y con ello podemos analizar lo siguiente: El poder de Dios es ruidoso. Un estallido de dinamita genera estruendo. En lo material y en lo espiritual. Cuando Jesús empezó su ministerio y fue lleno del Espíritu Santo fue tanto el “ruido” que levantó que pronto se hizo famoso y pudo ministrar a las masas.
Cuando Dios manda sobre ti a su Santo Espíritu va a generar ruido estruendoso, podría decirte con toda seguridad, que es imposible que Dios te mande una dinamita silenciosa. Es tan grande el poder de Dios que todos lo notan.
Es un poder que llama la atención de la gente, de los creyentes y de los no creyentes. Una vez que tiene su atención se desata el otro tipo de poder; más poderoso aún pero este sí es silencioso es secreto es en el corazón de los hombres; el nuevo nacimiento.
Dios no nos da su poder para exhibición ni nos da su poder para ser famosos solo por ser famosos, nos da poder para hacer su obra, nos da su poder para preparar los corazones al nuevo nacimiento. La cosa mas maravillosa que puede experimentar un hombre.
Dios quiere mandar su Santo Espíritu Sobre ti, los planes que te ha platicado hacer los va a realizar a través de ti y lo que sigue es llenarte de Él, vaciar sobre ti su dunamis espiritual.
Armando Carrasco Z.
lunes, 29 de septiembre de 2008
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