jueves, 11 de octubre de 2007

Poseído por el Espíritu Santo II

En todo el libro de Jueces vemos un patrón de la llenura del Espíritu Santo. Y menciono Jueces por lo que vimos anteriormente de Gedeón que fue poseído por el Espíritu del Señor.

Ese patrón es el siguiente; la gente clamaba a Dios por auxilio y Dios respondía preparando a alguien para solucionar el problema, esa “preparación” no era otra cosa que la llenura del Espíritu Santo. Era la saturación de la presencia de Dios en una persona.

Por lo que podemos concluir que muchas veces la llenura del Espíritu Santo empieza con un llamado de parte de Dios para realizar ciertas tareas. Dios te llama y Dios te llena, Dios te llama y Dios te capacita.

Lo que no se puede lograr en lo natural se puede lograr con la llenura del Espíritu Santo. Esta llenura no es un adorno. Es la capacidad de lograr cosas extraordinarias y espectaculares.

Dios todavía está interesado en mostrarse espectacularmente. El tiene la capacidad de hacer un milagro en tu vida. De abrir brecha donde no la hay, de crear un manantial en pleno desierto. De dar buenas noticias donde te han dado malas noticias, de cambiar diagnósticos. De cambiar vidas.

Ahora bien, también podemos encontrar en la Biblia otro patrón de la llenura del Espíritu. El cual empieza con oraciones apasionadas buscando Su presencia y su llenura.

Dice la Biblia en Lucas 11:13 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”

Este versículo es muy claro se puede pedir que seamos llenos del Espíritu Santo y la respuesta de Dios es “si ya va en camino”. Nunca, nunca vamos a recibir un “escorpión” o una “mala dádiva”. La respuesta a las oraciones pidiendo el Espíritu Santo son contestadas con el Espíritu Santo.

Vemos en todo el libro de los hechos de la llenura del Espíritu del Señor cuando oraban, cuando buscaban apasionadamente esa plenitud.

Y no se acabó allí, hoy cuando clamamos el Espíritu Santo viene sobre nosotros y nos llena y nos satura con Su Presencia.

Es la realidad de Dios que se manifiesta en un momento y lugar determinado saturando nuestras vidas al máximo. Es la posesión del Espíritu Santo en nosotros y es actual.

A veces, Él sólo está esperando que se lo pidas.

Armando Carrasco Z.

2 comentarios:

Ysabel dijo...

Hola, gracias por los artículos que has escrito sobre el Espiritu Santo, es muy buena tu explicación, soy cristiana recien convertida y te digo que he sentido su precencia es como una pequeña embriaguez, Dios te bendiga hermano."

Anónimo dijo...

DIOS ES AMOR Y SU MISERICORDIA ES PARA SIEMPRE